Ya lo eliminaron y nadie le lloro…
Llegó a su fin el horario de verano tan rápido como lo había aprobado, que nos lleva a pensar que ojalá así eliminaran de una vez por todas las diputaciones plurinominales que tanto prometieron desaparecerían.
Claro, es necesario que existan esos escaños, plurinominales, pues son los que dan equilibrio a la política, fueron creadas para un contrapeso al sistema, lamentablemente hoy día solo son utilizadas para cumplir compromisos políticos de los próceres o satisfacer deseos de familiares o hasta amantes de los hombres del poder y no para defender al pueblo.
Hasta hoy, no han eliminado ni la mitad de las diputaciones plurinominales que tanto prometieron, claro, no les conviene a los partidos políticos pues en muchos casos es la única manera con la que pueden tener una representación, pero si quieren pueden, la muestra es que, si se aplicaron las luminarias del poder para desaparecer el maligno, endemoniado, fifí, neoliberal diría YSQ, cambio de horario.
Acabaron con el cambio de horario los legisladores federales sin mayores problemas y eso que nunca tienen tiempo para llegar a acuerdos de beneficio para la comunicad, que se pasan las horas perdiendo la oportunidad de trabajar en concordancia en pos de la grandeza del país y cuidar los intereses del pueblo, ahora, como si fueran buenos legisladores, se pusieron de acuerdo para aprobar algo que realmente no es de gran importancia para los mexicanos, como lo es el desaparecer el horario de verano-invierno.
Acabó el horario de verano y lo festinan como si se hubiera acabado con la delincuencia, la inseguridad, el desempleo, el desarraigo, la educación deficiente, o la corrupción, tráfico de influencias y la impunidad que a final de cuentas es la madre de todos los males que aquejan el país.
Los diputados unieron fuerzas para acabar al horario de verano como si fuera un bandido y lo mismo hicieron los senadores que en el pleno turnaron al ejecutivo federal el dictamen que deroga el horario de verano. Ya se acabó, lo eliminaron y nadie le lloro.
Levantarse una hora más temprano o más tarde, puede ser importante si, y quizá para algunos estados o personas el cambio de verano traiga algunos desajustes, pero la realidad es que ya hasta nos estábamos acostumbrando a ese amanecer y atardecer.
Y no tanto porque fueran días más productivos con el cambio de horario, o lo vaya a ser ahora con la desaparición del mismo, menos porque se tuviera gran ahorro en el gasto de energía eléctrica que a final de cuentas se suponía que para eso se propuso, autorizo, e implemento ese modelo, para que se aprovecharan más las horas luz de día y que de nada sirvió, igual se encienden lámparas más temprano y se apagan de acuerdo al reloj biológico de cada persona.
Pero bueno, el caso es que nuestros flamantes diputados que se pasan las horas perdiendo el tiempo en discusiones estériles o pleitos políticos donde defienden solo sus intereses personales, de grupo o partido, si se pusieron de acuerdo en algo realmente sin importancia, como todo lo que hacen, no les fue difícil votar a favor de terminar con el horario de verano y lo festinan como si eso fuera a mejorar la economía, salud, seguridad, educación del país.
El próximo 30 de octubre se atrasará para siempre una hora el reloj, ya no habrá cambio de horario verano-invierno.
Recordemos que el cambio de horario se institucionalizo en el sexenio de ERNESTO ZEDILLO PONCE DE LEON a propuesta de la Secretaria de Energía, supuestamente con eso México tendría un gran ahorro en ese rubro, pues se aprovecharía mejor la luz natural.
Cierto es que ese modelo, cambios en el horario verano-invierno, está establecido en otros países y funcionó, pero México es cosa aparte, con horarios establecidos o sin ellos los mexicanos nos acostamos y levantamos a la hora que queremos o necesitamos, apagamos o encendemos las luces igual, así es que no sirve de mucho ese modelo en nuestro país, pero tampoco es para que los legisladores y las altas luminarias del poder se vanaglorien por proponer o autorizar la eliminación del mismo como si no hubiera cosas más importantes en las que se deben de aplicar para bien del país.
En fin, la situación es que nuestros flamantes diputados federales, senadores y luminarias del poder se aplicaron para desaparecer el cambio de horario verano-invierno, pero les falta valentía para cumplir su promesa de desaparecer, aunque sea el 25 por ciento de las diputaciones plurinominales, porque una hora más una menos de energía no marca la diferencia, realmente ni benefician ni perjudican como el montón de legisladores que ocupan una curul por obra y gracia de sus partidos o los hombres del poder, que le cuestan mucho al pueblo y a final de cuentas por lo general no sirven de nada.
Rosa Elena González
Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10
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